
El territorio o como también lo conocemos como espacio personal es un espacio imaginario al que podemos colocar una medida a nuestro criterio, pero en diferentes libros lo dividen en cuatro zonas con su distintivo tamaño:
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Zona íntima con una medida entre 14 a 45 cm; es la más importantes entre las cuatro es la zona a la que solo personas realmente cercanas a la persona pueden llegar a entrar como la familia y amante.
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Zona personal entre 46 a 122 cm zona a la que pueden entrar compañeros de trabajo o conocidos.
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Zona social es la zona que separa a la persona de los desconocidos entre 1, 50 a 3, 20 metros.
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Zona pública es la distancia que se utiliza mientras se encuentran en áreas sociales como la calle o un centro comercial lleno de personas desconocidas. Mide más de 4 metros.
Hay distintas maneras de hacer sentir a una persona “que se ha invadido su espacio personal”. Un ejemplo común es la utilización de transporte públicos o en las situaciones en donde se utiliza el elevador.

Tomando esta imagen como ejemplo; podemos observar a estas tres personas a las que numeraremos de izquierda a derecha. El hombre número 1, puede observarse que está hablando por teléfono pero al observarlo detenidamente podemos prestar atención su mirada viendo a la mujer enfrente de él, esto puede tomarse como una invasión a la zona intima de ella.
La persona numero 2 (la mujer), se puede localizar unos pasos delante de los dos hombres buscando un espacio sin invadir las zonas de las otras dos personas y su mirada a los números del elevador; esta acción es conocida como regla para situaciones así.
La tercera persona, está haciendo buen uso de su espacio sin interrumpir ni evadir el espacio de las otras personas en el elevador.

Otro ejemplo común utilizado en las comunicaciones puede encontrarse en una simple charla, empleando la imagen de arriba podemos describir lo que se debe de hacer en una plática.
Lo primero que podemos observar claramente es el espacio que se dan entre ellos mismos, evitando la invasión del espacio personal, previniendo también miradas indiscretas más que las necesarias y utilizando sus manos para expresarse (de esto se explicara más adelante en la pestaña “Gestos con las manos”).
